Negociando con el Silencio
Son las 3 de la mañana. El teléfono vibra en la mesa de luz y lo primero que pienso es: “Esto no puede ser bueno”. La mente, en un instante, me transporta a mis años trabajando para una empresa americana. Recuerdo esas llamadas nocturnas, en un inglés atropellado, con un ...